Un séquito en PVC para Balmain.

Nos empeñamos en tacharlas de estiradas, anodinas, esqueléticas y poco amantes de la comida basura así que ahora no podemos quejarnos si vemos, en una misma instantánea, a Adriana Lima, Joan Smalls, Rosie Huntington-Whiteley, Isabeli Fontana y Crista Cober disfrutar de una magnífica hamburguesa enfundadas en la diversidad, el PVC y el fetichismo femenina diario a base de una buena dosis extra del vanguardista Mondrian. ¿Alguien da más?

El artífice de esta insuperable y rocambolesca mezcla ha sido Olivier Rousteing y su capacidad innata para convertir la rutina en un foco único de explosión sexual en su propia realidad, donde solamente hay cabida para mujeres llenas de poder. La casa francesa ha confiado en el fotógrafo Mario Sorrenti que, tras la campaña otoño-invierno 2014, regresa una vez más para retratar el particular punto de vista del ejército de Balmain. Un trabajo que el director creativo ha creado para su propio gozo y disfrute.

Claro que cuando un consigue estos resultados es obvio que no iba a compartirlo a través de un simple rostro. Para eso ha convocado a algunas de las tops más importantes de la historia de la moda junto a dos celebrities que lideran el panorama internacional, como son el matrimonio West.

Una colección que deja poco que imaginar, con figuras marcadas, transparencias y muselina plisada. Todo ello con la intención de resaltar la simpleza o, como diría el pintor Mondrian, la estructura básica del universo. De él rescata las formas geométricas en los colores rojo, azul, amarillo y negro.

Un trabajo pensado para las amantes del arte, del riesgo y del placer de sentirse como en casa en cualquier situación que pueda depararles la próxima primavera…