¿Qué quieres ser de mayor?
Elegantes o deportivos pero siempre cómodos y siempre niños.
Cuando escuchas a uno de esos encantadores locos bajitos afirmar con total rotundidad y convencimiento ‘voy a ser bombero’, policía, cantante o profesor, ‘voy a hacer casas’ o conducir aviones, camiones o coches de carreras… te das cuenta de que, en su esencia, el mundo no ha cambiado tanto.
La cabecita de los niños sigue siendo un mundo de sueños cercanos y palpables, quieren ser lo que ven, lo que sienten, lo que es papá o lo que hace mamá, no van más lejos, su mente es un lienzo en blanco que les devuelve el reflejo de la realidad que los rodea… y por eso lo que ven, lo que hacen, lo que sienten… es la esencia de lo que algún día harán y serán, porque algún día su mente y las querencias de su corazón les marcarán un camino nuevo, quizá nunca visto y nunca recorrido… pero siempre inspirado en lo que un día vieron y sintieron.
Y también por eso, por todo eso, el juego es vital porque en él aprenden a reír y a llorar de veras, a arriesgar y a persistir, a ganar y a perder, a imaginar, a intentarlo, a competir… a caer y a levantarse… se miden y empiezan a conocerse, a verse frente a frente con su yo hábil y valiente y su reverso torpe y asustado; la vida empieza en el juego, es como un juego… y han de jugar tan bellos como son y tan cómodos como merecen.
Elegantes o deportivos pero siempre cómodos y siempre niños, así son y así los viste Gocco para este invierno: colores de frío, verdes que tienden a oscuro, azules marinos y grises, tostados, beige y marrones, algún morado y algún rojo, ineludible siempre en el frío o el calor; cuadros en las faldas y en las camisas, cálidos pantalones y faldas cortas con no menos cálidos panties; polos de invierno y jerseys de lana, chaquetas de punto y gorros de nieve y frío, botas de agua o zapatos de otoño…
Una colección para vestir los sueños de los más pequeños y sonreír al recordar los propios, para que luzcan guapos y cómodos, para que jueguen felices… para que te cuenten qué quieren ser de mayor e inventes con ellos un mundo felíz en el que los sueños son la vida.