Zara no es alta costura. Pero lo parece (y no es culpa de Kate Moss).

Zara no es lujo pero nos seduce como si lo fuera, el emblemática firma gallega es famosa por muchas razones y esta no es una de las menos importantes: su caso se estudia en escuelas de negocio por su particular cadena de producción (nadie mueve su stock como lo hace Zara, nadie tiene la capacidad de mover la mercancía que peor se ha vendido en determinadas tiendas a aquellas en las que mejor ha funcionado esa mercancía en particular en tiempo récord como lo hace Zara; pero no solo su logística es excepcional y excepcionalmente única, también su marketing.

Zara no es lujo, decíamos, pero cualquiera lo diría viendo sus grandes tiendas en las zonas más exclusivas, compartiendo calle con las tiendas de las firmas del lujo por excelencia y presentando campañas firmadas por los fotógrafos que firman las campañas de Dior, Chanel, Gucci… y con modelos que trabajan para los mejores.

Hace tiempo que hablamos en diferentes ámbitos de la importancia de la experiencia de producto más que del producto en sí y esto es algo que Zara ha entendido mejor que nadie, no vende lujo pero sí una experiencia de lujo, vende un equilibrio entre vestir a la última, con estilo, y poder renovar tu fondo de armario regularmente; su posicionamiento de mercado nos recuerda al modo en que las firmas de lujo juegan con su línea de beauty (nuestro presumir): no puedes comprarte un bolso de Dior ni una chaqueta de Chanel pero sí puedes irte a dormir con un par de gotas de Chanel n5 o de J’adore Dior…

Zara va más allá: no solo puedes vestir como Kate Moss fotografiada por Mert Alas y Marcus Piggott, también puedes vestir la colección que viste ella, de la primera prenda a la última porque lo que vende Zara no es lujo… es una experiencia de lujo ¿cómo negárnosla?.

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Diseño: Zara
Campaña: Zara x Kate Moss
Fotografía: Mert Alas y Marcus Piggott
Estilismo: Katy England
Peluquería: Paul Hanlon
Maquillaje: Isamaya Ffrench
Manicura: Lorraine Griffin
Modelo: Kate Moss