Iris Van Herpen hace magia con los tejidos y los volúmenes. Seijaku: la búsqueda de la serenidad en medio del caos de la vida.

La diseñadora holandesa Iris Van Herpen ha presentado la  colección Seijaku para el otoño-invierno 2016/2017 que merece una especial atención. Seijaku significa serenidad en medio del caos y es la inspiración de la diseñadora. Esta joven nacida en 1984 supone una sorprendente innovación por su tratamiento único de los materiales  y por la investigación en la creación de texturas y volúmenes. Sus diseños son verdaderas obras de arte, verdaderas esculturas en tres dimensiones.

La colección para este próximo otoño-invierno está inspirada en las ondas sonoras como expresión de los patrones geométricos, cuanto mayor es la frecuencia de onda del sonido, mayores son los patrones visibles. Por ello y con la colaboración del músico japonés Kazuya Nagaya ha presentado la colección en L’Oratorio del Louvre –escogido por su excepcional sonoridad- mientras suena la música Zen. En este espacio singular, modelos y público se involucran en una experiencia que rompe las barreras entre ellos. Con el fondo de la música se pueden visualizar las ondas sonoras y su relación con los volúmenes.

Se presenta una colección en la que se crean nuevas texturas que parecen pieles de medusas, redes ajustadas a la silueta o gotas de agua que se deslizan sobre el cuerpo de las modelos. Los tejidos son  de silicona, telas de caucho recubiertas de cristales,  organza japonesa, muaré cortado con láser y etéreas sedas que flotan sobre el cuerpo.

La colección más sorprendente, imaginativa y audaz que se pueda contemplar. Una diseñadora que nos seguirá dando sorpresas agradables y no podemos perder de vista.