Los Alpes de Lacoste.
Un equipo nacional, una expedición y un vehículo, los únicos elementos que Felipe Oliveira necesitó para crear la colección de otoño-invierno 2013.
Cuando uno ve colecciones de Lacoste siempre hay algo que las distingue. Un espíritu deportivo que, sin quererlo, cobra forma a través de prendas actuales que adquieren un toque vanguardista. De repente te sientes libre. Ligero. Y lo mejor de todo es que esta sensación se adapta para cualquier tipo de persona. Sin duda alguna un gran trabajo que surge de la investigación sobre los órigenes de la compañía y, por supuesto, de la mejor de las inspiraciones.
Un equipo nacional, una expedición y un vehículo. Esos son los únicos elementos que Felipe Oliveira necesitó para dar lugar a la colección de otoño-invierno 2013. Las piezas, con cortes claramente identificados con el esquí, se componen de jerseys alpinos hechos de lana de merino, con colores claros y estampados geométricos. Los pitillos se combinan con parcas XL donde la cremallera se convierte en la gran protagonista y el elemento esencial para romper con la neutralidad de los patrones.
Los colores neutros, como el azul, el blanco o el gris perla, aparecen en todas sus tonalidades sobre faldas a media pierna que hacen un giño a los años 30. El cashmere, la piel y la seda se convertien en los materiales estelares.
Francia siempre ha sido uno de los grandes puntos de mira de la moda y, para esta ocasión, qué mejor que unir la selección francesa de esquí con ciertos toques sesenteros. Una combinación perfecta para lucir prendas deportivas y urbanas.