Saberse sexy.
El primer requisito para ser sexy es sentirse sexy...
El primer requisito para ser sexy es sentirse sexy y eso, más allá de la actitud, es una sensación que comienza a flor de piel. Simone Pérèle lo sabe y lo tiene siempre presente al diseñar sus colecciones. Encaje, cristales Swarovski, bordados y drapeados son algunas de las propuestas que nos ofrece para el otoño-invierno que comenzará en breve.
Con el título genérico de “Poesía del cielo” nos muestra cinco líneas en las que transparencias, push-ups, tangas o ligueros juegan con el cuerpo femenino entre encajes y terciopelo.
Céleste: de inspiración post-moderna, hecha totalmente de encaje con aspecto Chantilly pensado para realzar las formas. Innovación adaptada para conseguir un plus de refinamiento.
Alizé: mezcla de encaje y terciopelo para realzar la figura femenina y conseguir un efecto “enseñar/ocultar” que invita a descubrir la suavidad de la piel que queda casi al descubierto.
Venus: juego de líneas y acabados de terciopelo, bordados florales y encaje.
Comète: ultra-sexy con un top muy especial y escotado y un liguero muy minimalista en tul bordado y guipur suizos con strass.
Estrella: línea retro inspirada en los años 50. Las formas mezclan tul y bordado floral con drapeado y una joya “gota de cristal”.
Junto con estas colecciones temáticas, tenemos las actualizaciones de temporada del resto que componen la cartera de la firma francesa.
Caressence: la colección más suave se convierte en una caricia para la piel, con encaje confeccionado con aloe vera y efecto “hecho a mano”, y la más sofisticada gracias a su malla Spacer tricotada en 3D. Tan sofisticada como cómoda de llevar.
Aura: la colección más técnica de Simone Pérèle. Ligera y femenina, de microfibra ultra fina y copas innovadoras sin costuras, realzado por un toque de satén y una mariposa en guipur y cristal Swaroski.
Romance: elegante e incorporando el color castaña para esta temporada. El tradicional y romántico bordado de flores sobre tul semi-transparente. Atemporal y seductor. Todo un clásico.
Nina: la elasticidad del encaje de Calais, diseñado en exclusiva para esta marca y en color cereza, unido a una malla con efecto plisado evoca el saber hacer ancestral del origami.
Andora: en malla preformada y con dos nuevos colores de temporada, “Bruma” y “Dorada de colección” (este último en edición limitada), presentan los modelos más chic y las líneas más depuradas de la marca Simone Pérèle.
Una piel suave, una lencería que se funde con nosotras y nos hace sentir aún más especiales, una interesante compañía y a pasarlo bien. Sólo un último apunte para ellos: prestad atención, recrearos con el juego y quitadla con cuidado o sólo podréis disfrutarla una vez… Y con accesorios así, sería una lástima, ¿verdad?