Lo bello y lo sublime.

La educación estética conduce al hombre a la felicidad. Así hablaba Schiller en sus preciadas cartas de 1795 sobre el ennoblecimiento de la humanidad a través de la belleza impulsando el buen gusto hacia el ámbito moral. De aquel pensamiento ilustrado deriva nuestra noción de la elegancia. El hombre debe emanar educación y corrección ética a través del rigor formal de su apariencia.

Herederos de ese pensamiento ilustrado y aún en los albores del invierno, os presentamos este editorial que habla de lo exquisito como categoría estética y ética del hombre, cuyas acciones y bondades se manifiestan visualmente en sus gestos, en su mirada y en la sobria y eficaz manera de conjugar sus prendas… Un estilo que funde la ciudad y el eterno masculino.

Así lo vemos, despertando con la seducción de la mañana, asomando su prestancia clásica a la ventana con su impecable traje diplomático de Blackcape. Es una versión casi cinematográfica del bussiness man de acento british y alma mediterránea, que se convierte en un look más italiano y sensual en sus paseos por las calles torcidas del centro. La combinación de camisa, blazer y pañuelo de Blackcape en tonalidades azules y verde y la calidez de los pantalones marrones de D&G lo aproximan a ese calor barrio.

La tarde es apta para una faceta urbana más sofisticada basada en trench Burberry y pantalones Blackcape y, cómo no, MyBlüshers para pisar los adoquines húmedos que respiran historias no dormidas de rebeldía y revolución.

Y se adentra la noche. El complaciente galán viste al estilo de las grandes óperas de un París universal, en un tiempo continuo que vive siempre y cuando exista un elegante errante.  Cruza rápidamente la calle con traje y abrigo de Dolce & Gabbana y sus exquisitos MyBlüshers, como una oración visual a la nobleza del hombre que se distingue por su manera de amar la estética.

Dolce & Gabbana | Blackcape | MyBlüchers

Estilismo: Theo Garrido
Fotógrafo: Alex Pagán
Peluquería: María Montalván
Maquillaje: Inma Muñoz
Modelo: Ángel Pérez
Agradecimientos:  Alfredo Esteve Vlc