Palacio de Cibeles.

El 19 de agosto de 1904, hace casi 11o años, las Cortes aprobaron la construcción de un edificio de Correos en el solar de Alcalá esquina lo que por aquel entonces se llamaba Salón del Prado, un espacio de esparcimiento con paseos, jardines y fuentes que discurrían de Cíbeles a la Glorieta de Atocha, del que aún nos queda bastante en la mediana del Paseo de Recoletos, la Fuente de Neptuno y el conjunto Museo del Prado, El Museo Thyssen (antiguo Palacio de Villanueva) o el Jardín Botánico. Las obras comenzaron en 1907 y concluyeron en 1919, y dieron por terminar en lo que ahora llamamos Palacio de Cibeles, o lo que con bastante más gracia llamaban los madrileños de principios del pasado siglo, nada más verlo terminado, Nuestra Señora de las Comunicaciones.

Hace poco, uso masivo de emails, móviles, ordenadores  y mensajeros mediante, dejo el Palacio de ser la sede de Correos y se convirtió en la del Ayuntamiento de Madrid. Y también en un espacio cultural multidisciplinar con la denominación Centrocentro, donde por ejemplo, se pueden visitar en estas fechas un buen puñado de exposiciones, como El Arte del Presente (La Colección Helga de Alvear), Smartcitizens, Emilio Ambasz (Arquitectura) , Vidas Cruzadas (fotografía), Cityscapes o Madrid en la cámara, así como una exposición permanente sobre la historia del mismo edificio. Si añadimos que el espacio cuenta con restaurante, cafetería, una terraza bar o un mirador, nos encontramos ante una propuesta de visita de las de merecer la pena.

Tanto si vives en Madrid como si te propones acercarte, no es mala idea darse una vuelta por Nuestra Señora de las Comunicaciones y comprobar por uno mismo la nueva imagen de uno de los edificios más emblemáticos de Madrid en una de sus zonas más bellas.