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cerrarInformalismo, vanguardia y pensamiento zen.
Vanguardista, sensible y autodidacta. Este es el pequeño homenaje de loff.it a un grande. Antoni Tâpies
Vanguardista, sensible y autodidacta, Tàpies descubrió su vocación por la pintura a los veinte años creando poco a poco su característico e inconfundible estilo, una peculiar manera de expresión artística en la que los materiales y la forma son fundamentales, tan relevantes que trascienden el propio soporte de la obra convirtiéndose en elementos espirituales. Como un maestro alquimista transformaba lo más insignificante y perecedero en obras permanentes y nobles gracias a la influencia oriental y un profundo conocimiento de la filosofía budista.
Conoció a Miró y a Picasso, comenzando a exponer muy pronto. Durante los años 50 goza ya de una notable proyección internacional, aunque su plenitud y madurez –tanto material como ideológica– se fue gestando a partir los sesenta. Siempre sensible a los acontecimientos políticos, su oposición al régimen franquista se intensificó precisamente durante este periodo, mientras el cuadro se convierte para él en una obra verdaderamente tridimensional; comienza a construir objetos, manipula e investiga la materia para conseguir vestir lo cotidiano de un profundo simbolismo capaz de conectar y mantener un mudo diálogo visual con el espectador: una navaja incrustada, un hebilla de cinturón, nueve folios mecanografiados previamente y arrancados de la obra que parecen, una pintada en la pared, una cita literaria…
Hasta el próximo 31 de marzo la Galería Elvira González nos muestra una magnífica selección de las obras más representativas realizadas por Antoni Tàpies –el maestro del informalismo español y uno de los nombres imprescindibles en el arte contemporáneo mundial– durante los años 60 y 70, dos décadas fundamentales en la vida y obra de este gran artista polifacético y decisivo en el panorama de la vanguardia del siglo XX.
“La obra de Antoni Tàpies está dentro de la tradición de estas explosiones que, de tiempo en tiempo ,se producen en nuestro país y que conmueven tantas cosas muertas. Por esto merece toda mi admiración”. Joan Miró.
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Más información:
Fundación Antoni Tàpies