Elegante y revoltoso, casi siempre de impecable traje blanco y con sombrero, tipo notable, crítico y mordaz cuando no ácido y sarcástico, también elocuente, Tom Wolfe es uno de los padres del nuevo periodismo, una corriente inaugurada por Truman Capote en los 60 que consistía en dotar al periodismo de herramientas litetarias. Wolfe hizo el camino de ida y vuelta, como redactor practicó el nuevo periodismo y como literato llevó a la literatura las herramientas periodísticas demostrando que la distancia que había entonces entre periodismo y literatura no era tal.
Nació en Richmond el 2 de marzo de 1931, su padre era agrónomo y su madre diseñadora, él estudió literatura y periodismo en la Universidad de Washington; durante los años 60 y 70 trabajó como colaborador de The New York Herald y The Washington Post; por aquel entonces era un defensor a ultranza de la cultura pop y un periodista muy crítico con muchos aspectos de la sociedad americana; fue también muy crítico con los liberales y con lo que llamó el narcisismo de los años 80; sus primeras obras eran eminentemente periodísticas y su primera novela fue un éxito rotundo desde su primera publicación, que fue por entregas en la revista Rolling Stones: La Hoguera de las Vanidades. Otra de sus novelas, Todo un Hombre, también muy crítica con la sociedad americana, le reportó un éxito mayor si cabe que La Hoguera de las Vanidades, que no es decir poco.
Casado y padre de dos hijos, miembro de la Real Academia de las Artes y las Letras y ateo confeso, se define políticamente como demócrata a lo Jefferson y confesó haber votado a Bush en 2004 a pesar de que siempre ha defendido que los periodistas no deben confesar a quien votan, claro que ya en los 2000, superada la edad de jubilación, Wolfe se puede permitir ciertas licencias, y se las permite, pero siempre, o casi siempre, desde un traje blanco y bajo un sombrero.
“Es muy cómodo creer que los líderes que hacen cosas terribles están, de hecho, locos. De ese modo, todo lo que tenemos que hacer es asegurarnos de no poner a psicóticos en los lugares más importantes y hemos resuelto el problema.
”
It is very comforting to believe that leaders who do terrible things are, in fact, mad. That way, all we have to do is make sure we don't put psychotics in high places and we've got the problem solved.
“He descubierto que para mi -ahora, tal vez no sea así para todo el mundo-para mi, es mucho más efectivo llegar a cualquier situación como un hombre venido de Marte que tratar de encajar.”
I have discovered that for me - now, maybe it doesn't work for everybody - for me, it is much more effective to arrive at any situation as a man from Mars than to try to fit in.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver