La mezzosoprano del siglo, Teresa Berganza nació en Madrid donde, animada por su padre, comenzó a estudiar música desde niña en el Conservatorio. Allí estudió piano, armonía, música de cámara, composición, órgano y violonchelo dedicándose posteriormente al canto.
Notable representante de la denominada Generación del 51, teresa participó desde su infancia en varias películas, grabaciones de zarzuela y recitales, entre los que se encontraban aquellos dedicados a la canción francesa y alemana. Debutó el 16 de febrero de 1957 en uno de estos en los que interpretó el ciclo de Schumann Amor y vida de mujer. Pero su debut escénico se produjo el mismo año en el Festival de Aix en Provence, interpretando el papel de Dorabella de Così fan tutte. Al año siguiente fue su presentación en Estados Unidos, con la Medea de Cherubini, acompañada por María Callas, Jon Vickers en la Ópera de Dallas.
Su depurada técnica y su portentosa voz de bello timbre le brindaron sus mayores triunfos en los papeles de Cherubino en Las bodas de Fígaro, Rosina en El barbero de Sevilla, Angelina en La Cenerentola y Carmen en la ópera de Bizet. En 1991 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 1995 fue nombrada Académica de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, convirtiéndose en la primera mujer y la primera cantante que ingresa en esa institución.
“La pasión es importante. Creo que sin pasión no podría ni respirar. Para cantar no basta la pasión, hay que tener una técnica… pero que lo que se cante sea con pasión.”
“En el canto, uno puede expresar tanto porque el canto tiene la maravilla de tener palabras, de hacer una melodía sobre un texto, que puede ser de amor, de odio, de muerte, de alegría.”
“En un recital, si se cantan 30 canciones, cada una es un mundo…a lo mejor estás cantando un lamento como el de Cleopatra de Haendel, de repente cantas seguidamente Le Violette de Scarlatti.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver