Si la literatura en lengua en castella tuviese un único nombre propio, sería sin duda el de Miguel de Cervantes que es, junto a Shakespeare, uno de los más grandes escritores que en el mundo han sido. Cierto es que tiene también sus detractores y los hay que dicen que a Cervantes ‘le salió’ el Quijote, claro que se trata de una novela tan redonda y tan perfecta, tan bien contada y tan bien escrita, que no sólo es el segundo libro más traducido de la historia (después de la Bibilia) sino que basta para confirmar a su autor como uno de los grandes de las letras universales.
Nació en Alcalá de Henares, ciudad histórica y Patrimonio de la Humanidad, probablemente el 29 de septiembre de 1549. Conservamos el acta de su bautismo y, si bien hay dudas respecto al día exacto e incluso el lugar de su nacimiento, todo apunta a que éste ocurrió en Alcalá de Henares y el día 29 de septiembre.
Creció junto a su padre, médico cordobés e hijo de escritor, a su madre, natural de Arganda del Rey, y a sus seis hermanos; vivieron en diferentes ciudades españolas, Valladolid entre ellas, allí fue donde su padre fue detenido por no lograr hacer frente a sus deudas, se trasladaron después a Córdoba para que Rodrigo, su padre, pudiera recoger su herencia paterna. Por lo que sabemos, Cervantes no cursó estudios universitarios pero sí recibió una buena educación, probablemente, en los jesuitas y mostró su querencia hacia las letras desde la adolescencia.
Viajó a Italia, probablemente huyendo de una acusación por su participación en un duelo y recorrió el país visitando Roma, Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara antes de embarcarse como soldado hacia Lepanto; resultó herido en la batalla y fue de, ahí en adelante, el manco de Lepanto, no porque le faltase una mano sino porque quedó tullido de la mano izquierda. Recuperado de sus heridas continuó su vida de soldado antes de regresar a Italia.
Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía lo vieron pasar antes de que se instalara en Nápoles durante dos años; fue en su regreso a España cuando fue apresado por los turcos y llevado a Argel, también su hermano. Cinco años permaneció cautivo e intentó escapar hasta en cuatro ocasiones sin lograrlo; su hermano fue liberado antes que él gracias al dinero que logró reunir su madre, que no era suficiente para liberarlos a los dos. Finalmente se pagó el importe para lograr su liberación y pudo regresar a España.
De España se fue a Portugal y continuó con sus trabajos para la corona con el ánimo de devolver a su familia al menos parte del dinero invertido en su liberación, lo hizo y regresó de nuevo a España donde fue padre de una hija ilegítima -la reconoció pero nunca se casó con su madre porque ella estaba ya casada-; se casó más tarde con una joven de unos 20 años pero su matrimonio no fue feliz y acabó en separación y sin hijos sólo dos años después de consumarse.
Vivió sus últimos años en Sevilla y en Valladolid y falleció en Madrid como consecuencia de su diabetes dejando un legado literario sin par cuya obra cumbre es El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, también inolvidables sus novelas ejemplares.
“El Quijote no es un clásico, es una novela absolutamente actual. Cervantes, un hombre que sufrió... que fracasó en todo, nos regaló una obra en la que no hay una pizca de resentimiento... que es todo un canto a la vida. ”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
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