Fue a la edad de quince años cuando el director del Instituto de Música Pacini de Lucca consiguió despertar el interés de Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini por el mundo de la música. El joven se reveló como un buen pianista y organista cuya presencia se disputaban los principales salones e iglesias de la ciudad. En 1876, después de ver en Pisa una representación de la Aida de Verdi decidió dedicar todos sus esfuerzos a la composición de música para la escena.
Amilcare Ponchielli, su maestro en el Conservatorio de Milán, lo animó a componer su primera ópera para la escena, Le Villi. Su tercera ópera, Manon Lescaut, supuso su consagración, confirmada después por La Boheme, una de sus realizaciones más aclamadas. Después de su ópera más dramática Tosca, y de la exótica Madame Butterfly cuatro años más tarde, su estilo ya estaba plenamente configurado. En él la tradición lírica italiana se integraba en un discurso musical fluido en el que desaparecían las diferencias entre los distintos números de la partitura.
Otra de las claves de la gran aceptación que siempre ha tenido y que convirtió a Puccini en un autor clave del repertorio operístico y uno de los más apreciados y aplaudidos por el público, es su característico sentido melódico. Sin embargo, a pesar de su éxito, tras Madame Butterfly, Puccini renovó su lenguaje. Esta nueva etapa la inició con La Fanciulla del West, dando mayor importancia a la orquesta y abriéndose a nuevas armonías, algunas veces en los límites de la tonalidad. También el compositor promovió la renovación de los argumentos de sus óperas, distanciándose de los temas convencionales tratados por otros compositores y abogó por un mayor realismo.
Todas estas novedades contribuyeron a que sus nuevas óperas, entre ellas las que integran Il trittico -Il Tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi-, no alcanzaran el mismo grado de popularidad que sus obras anteriores, aunque su calidad fue la demostración de la maestría del músico y su facultad de adaptarse a los temas más variopintos. Turandot, su última ópera y la más moderna y arriesgada de las doce óperas que compuso, quedó inconclusa a su muerte. Doce óperas son pocas en comparación con las de sus predecesores, aunque suficientes para hacer del compositor de Lucca el gran dominador de la escena lírica internacional durante los primeros decenios del siglo XX.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver