Eleanor Roosevelt, mucho más que la primera dama de Estados Unidos. Biografía, citas, frases.

Nació en Nueva York el 11 de octubre de 1884.

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Eleanor fue la sobrina favorita del presidente Theodore Roosevelt, quién veía en los ojos de aquella niña alta y fea el sufrimiento ocasionado por un padre alcohólico y una madre que la despreciaba. Fue su tío, el presidente Roosevelt, quien en 1905 la llevó al altar para casarla con un primo en quinto grado, Franklin Delano Roosevelt, un político al alza que la llevaría hasta la Casa Blanca. Recién casada, Eleanor comenzó a ejercer de esposa y madre de sus hijos, seis en diez años. Pero tanto antes como después de que su marido accediera a la presidencia tuvo tiempo para viajar por todo el país, apoyar el New Deal -la reforma económica que los sacaría de la crisis del 29-, abogar por la igualdad racial y de género, alentar a los soldados de la Segunda Guerra Mundial en los frentes en los que combatían, y promovía una caliente campaña para que los negros pudieran pilotar aviones mientras libraba una batalla en favor de los intelectuales perseguidos por el nazismo.

Durante los 12 años en que Franklin D. Roosevelt ocupó la que por circunstancias de la guerra ha sido la presidencia más larga de la historia de los Estados Unidos, Eleanor fue la asesora perfecta del presidente, sus ojos, sus oídos y sus piernas, desde que en 1921 la poliomielitis dejara a Franklin Delano anclado a una silla de ruedas de por vida. Cuando en 1938, Eleanor descubrió las cartas que confirmaron que su marido la engañaba con su secretaria, Lucy Page Mercer, le ofreció el divorcio, pero la todopoderosa madre del presidente más poderoso del mundo lo impidió. Entonces Eleanor se sobrepuso al fracaso y al dolor, llegaron a un acuerdo para mantener las apariencias y el amor se quedó en amistad. Lucy Mercer siguió frecuentando la Casa Blanca. Mientras tanto, para contrarrestar la infidelidad de su marido, Eleanor tuvo varios amantes, al menos Earl Miller, antiguo guardaespaldas de su marido, David Gurewitsch, su médico, y Lorena Hick Hickok, la redactora que la agencia Associated Press envió para cubrir la información de la Primera Dama. Todo muy civilizado. Eleanor nunca dejó de ser lo que siempre había sido, una apasionada luchadora por los los derechos humanos.

A la muerte de su marido 1945, Eleanor Roosevelt fue comisionada de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas. La eligieron presidenta de la Comisión de Derechos Humanos que consiguió sacar adelante la Declaración Universal de Derechos Humanos, la culminación de toda una vida. Cuando la Asamblea General la aprobó, todos los delegados se pusieron en pie para ovacionarla. Por aquel entonces, Eleanor Roosevelt ya era mucho más que la primera dama de Estados Unidos. Era una de las mujeres más influyentes en el siglo XX.

Sus Citas y Frases célebres

  • El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños.
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    “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños.”

  • Aprende de los errores ajenos. No vivirás lo suficiente como para cometerlos todos.
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    “Aprende de los errores ajenos. No vivirás lo suficiente como para cometerlos todos.”

  • Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer.
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    “Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer.”

  • Si alguien te traiciona una vez, es culpa suya. Si te traiciona dos veces, entonces la culpa será tuya.
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    “Si alguien te traiciona una vez, es culpa suya. Si te traiciona dos veces, entonces la culpa será tuya.”

  • Haz lo que sientes en tu corazón para estar bien, serás criticado de todos modos. Te reprocharán si lo haces y te reprocharán si no lo haces.
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    “Haz lo que sientes en tu corazón para estar bien, serás criticado de todos modos. Te reprocharán si lo haces y te reprocharán si no lo haces.”

  • Lo más importante en cualquier relación no es lo que obtienes, sino lo que das.
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    “Lo más importante en cualquier relación no es lo que obtienes, sino lo que das.”

  • Las grandes mentes hablan de ideas, las mentes promedio hablan de eventos y las mentes pequeñas hablan de gente.
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    “Las grandes mentes hablan de ideas, las mentes promedio hablan de eventos y las mentes pequeñas hablan de gente.”

  • Nadie puede herirte sin tu consentimiento.
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    “Nadie puede herirte sin tu consentimiento.”

  • La comprensión es una calle de doble sentido.
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    “La comprensión es una calle de doble sentido.”

  • El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras.
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    “El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras.”

  • No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella. Y no es suficiente con creer. Hay que trabajar para conseguirla.
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    “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella. Y no es suficiente con creer. Hay que trabajar para conseguirla.”

  • No puede decirse que la iglesia católica haya llevado la felicidad a los pueblos europeos que controla.
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    “No puede decirse que la iglesia católica haya llevado la felicidad a los pueblos europeos que controla.”

  • ¿Cuándo serán nuestras consciencias lo suficientemente sensibles como para impedir la miseria humana en lugar de vengarla?
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    “¿Cuándo serán nuestras consciencias lo suficientemente sensibles como para impedir la miseria humana en lugar de vengarla?”

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