Ayn Rand, apóstol del liberalismo. Biografía, citas, frases.
Alisa Zinovievna Rosenbaum, más conocida como Ayn Rand, nació en San Petersburgo, el 2 de febrero de 1905.
El 9 de enero de 1905, en San Petersburgo, la capital de invierno de los zares, una manifestación pacífica para demostrar el descontento popular acabó siendo un baño de sangre provocado por el monarca. El 27 de junio, los marineros del acorazado Potemkin se sublevaron contra sus oficiales. Entre ambas fechas, en aquella ciudad, nació Alisa Zinovievna Rosenbaum. En muchas partes del mundo se conmemora el día de su nacimiento, denominado el Rand’s Day, en el que los que lo celebran se hacen un regalo como reconocimiento a su propia valía. Una expresión del egoísmo racional que defendió Alisa Zinovievna Rosenbaum, quien más tarde adoptaría el nombre de Ayn Rand.
Rand nació en el seno de una familia de clase media que poseía una farmacia, un modesto negocio que terminó siendo arrebatado por el gobierno bolchevique. Su familia experimentó los rigores del socialismo real, aunque ella logró matricularse en la Universidad, donde concluyó sus estudios de filosofía e historia en 1924. Dos años más tarde, escapó de esa vida y emigró a los Estados Unidos aprovechando un visado para visitar a unos familiares. Se estableció en la ciudad de Nueva York y desempeñó todo tipo de trabajos. Años más tarde recordaría aquellos años aciagos dejados atrás en Los que vivimos, novela en la que vuelca todo su odio contra el comunismo y contra toda expresión de intolerancia frente a los individuos y sus creencias no sancionadas por el Estado.
En Hollywood encontró trabajo, primero como extra y luego como lectora de guiones. Hizo amistad con el actor Frank O’Connor, con quien se casó en 1929. Su matrimonio duró hasta la muerte del actor, cincuenta años después. Nada le fue fácil. Su novela El manantial fue rechazada por varias editoriales hasta que fue publicada en el 43, convirtiéndose en bestseller. Como muchos otros pensadores, Rand se vale de la novela para exponer ideas. En su caso, el protagonista de la novela, un arquitecto llamado Howard Roack -encarnado en la gran pantalla por Gary Cooper- lucha por poder hacer sus edificios sin que nadie le imponga cómo hacerlos en medio de una intensa campaña periodística contra su supuesto egoísmo.
Al éxito de esa novela siguió La rebelión de Atlas, donde Rand vuelve a dotar a sus personajes con los valores filosóficos e ideológicos de defensa de la individualidad y el egoísmo. La novela está considerada una obra maestra, pero fue demonizada tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda. Posteriormente se centró en la producción de ensayos como La virtud del egoísmo, en los que con una escritura contundente y muy seductora, va conformándose como la punta de lanza del liberalismo en todos los órdenes de la vida.
Para poner límites a toda injerencia abusiva del Estado en la vida y decisiones de las personas apostó por la razón, y para ello se apoyó en Aristóteles y su concepto del hombre como animal político -habitante de la polis, el Estado-, es decir, como ciudadano que tiende a la felicidad. Defendió en todo momento que el ser humano debe elegir sus valores y acciones mediante la razón, que cada individuo tiene que salvaguardar su existencia sin sacrificarse por los demás ni ser sacrificado por los otros, de manera que nadie tiene el derecho de imponerse a otros.
Sus Citas y Frases célebres
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“Ningún hombre puede tener el derecho de imponer a otro hombre una obligación no escogida, un deber no recompensado o un servicio involuntario.”
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“La justificación moral del capitalismo yace en es el único sistema consonante con la naturaleza racional del hombre, que protege la supervivencia del hombre como hombre y que su principio gobernante es la justicia.”
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“Un "mandamiento moral" es una contradicción en los términos. Lo moral es lo escogido, no lo forzado; lo comprendido, no lo obedecido. Lo moral es lo racional, y la Razón no acepta mandamientos.”
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“Aprende a valorarte, lo que significa luchar por tu felicidad.”
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“El capitalismo ha creado los mayores estándares de vida jamás conocidos en el mundo. La evidencia es incontrovertible.”
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“La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía.”
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“No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres. Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos.”
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“Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o Lógica. Fuerza o Persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas.”
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“No soy primariamente una defensora del capitalismo, sino del egoísmo; y no soy primariamente defensora del egoísmo, sino de la razón. Si uno reconoce la primacía de esta y la aplica consistentemente, todo lo demás viene por descontado.”
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“El argumento de la intimidación es una confesión de impotencia intelectual.”
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“Cuando el bien común de una sociedad es considerado como algo aparte y superior al bien individual de sus miembros quiere decir que el bien de algunos hombres tiene prioridad sobre el bien de otros hombres, aquellos consignados en el estatus de animales sacrificados.”