Moto Guzzi Audace 1400. Ser malos es bueno.

Nada mejor para entender una obra de arte que escuchar las palabras de su creador. Nada mejor que leer al diseñador de la Audace 14oo, Miguel Angel Galluzzi, para conocer lo que nos entregará la moto en cuanto la poseamos: «Basta mirarla para encontrar todas las respuestas. Sentarse sobre esta imponente moto, sentir el potente bicilíndrico y rodar es todo lo que hace falta saber”. En efecto, basta echar un vistazo a la Audace para saber si podremos con ella, si nos atrevemos, si somos dignos de salir a la carretera juntos. Porque en cuanto se la ve -y puede que ella, como cualquier animal, también nos eche a su vez un vistazo-, está claro que hace falta ser malo para que la Moto Guzzi Audace 1400 te considere bueno.

Negra y potente. Fuerte y Rebelde. Una custom de las custom de toda la vida, pero mejor. Un frontal inconfundible a partir de las formas del grupo óptico y del guardabarros delantero de carbono. Una belleza sin cromados, negro deseo. La noche es bella por la oscuridad, no por las estrellas. Un asiento bajo y deportivo, en cuero ecológico y con las costuras a la vista, para que la Audace sepa siempre quien tiene los pies en el suelo, quien manda, quien atrapará en sus manos el manillar «drag bar». La Audace no se conduce, se domina. Rejilla metálica en el radiador. Escapes recortados tan bellos como eficientes. Detalles en las culatas y en las llantas de aleación. Seamos malos, nos susurra todo en la Moto Guzzi Audace 1400.

Y no hay mejor manera de ser malo que usar el motor  V-Twin a 90 ° de 1400 cc que entrega 96 Cv con un par máximo de 121 Nm a 3000 rpm. Hay algo especial en acelerar y notar como se lanzan sus más de 300 kg hacia adelante. Y para algo tan especial, la Audace ofrece el sistema de control multimapa Ride by Wire con tres mapas de motor: Turismo, Rápido y Lluvia, además de un control de velocidad de crucero y el control de tracción MGCT. Y como ser malo no es ser del pasado, la Moto Guzzi Audace 1400 ofrece la posibilidad de utilizar nuestro smartphone como un sofisticado ordenador de a bordo, a través de Moto Guzzi Media Plataform, una aplicación que permite la monitorización de los datos de conducción de la moto, desde la adherencia de los neumáticos hasta el consumo. Nunca dos ruedas ayudaron tanto a que ser malo fuera tan bueno.