A subasta un BMW Z8 del 2001 casi casi casi nuevo. Tiene algo más de 24.000 km.

El BMW Z8 siempre fue un coche especial. De hecho, su principal razón de ser era serlo, más allá de que todos los diseñadores pretendan precisamente eso. Pero es que el Z8 debía recoger la estela de un modelo mítico para la marca alemana y de paso para todos los aficionados al automovilismo: el BMW 507 de 1956, el roadster que diseño Albrecht von Goertz para competir de tú a tú con otra leyenda, el Mercedes 300 SL. El encargado de llevar a cabo la misión fue Henrik Fisker, y el resultado vio la luz en el Salón del Automóvil de Tokio del año 1997 con la designación BMW z07, y fue un éxito inmediato. Un clásico desde el día que se presentó y cuyo desarrollo dio lugar al nacimiento del Z8. El reto se había superado, y el nuevo modelo recogía el espíritu del 507 para convertirlo en un modelo de estilo propio y rompedor.

Se construyeron un total de 5.703 unidades del BMW Z8 desde su lanzamiento en el 2000 hasta el cierre de su producción en 2003. Casi 6.000 unidades con todas las características de una edición limitada, montadas prácticamente a mano a partir de un chasis fabricado en aluminio que le otorgaba un peso de tan sólo 1600 kg. El aluminio era también el material utilizado en el volante, cerrando de alguna manera el círculo de la intención de su diseño. Todo un mensaje para sus futuros compradores. Uno de esos compradores, en este caso norteamericano, compró un Z8 de color negro, y no lo llevó más allá de los 15.000 km. Ahora ese Z8, prácticamente nuevo, se convierte en toda una oportunidad que sale a subasta desde Florida.

El intacto motor original del BMW Z8 es el 4.9 V8 de 400 CV y 500 Nm dotado de un cambio manual de seis velocidades. Relacionado con su peso, el resultado es de 4,7 segundos para alcanzar los 100 Km/h y 250 km/h -autolimitados- de velocidad punta. Cada uno de los Z8 tenía garantizado el soporte de la marca y los repuestos durante 50 años. Así que a esta pequeña joya todavía le queda mucho tiempo para aumentar hasta el infinito su escueta cuenta de kilómetros. Estamos tardando.