El Sea Rover es un yate wellness.

El Sea Rover es el yate de los amantes del yoga, el gimnasio, el spa, la piscina, los masajes, el juego...

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El Sea Rover es el primer yate de la naviera Dutch Design; se trata de una embarcación de algo más de 42 metros de eslora obra y arte de Scott Blum, usuario habitual de este tipo de embarcaciones, y Bernd Weel, diseñador de yates; juntos han creado el primer yate en el que lo que se busca, antes que cualquier otra cosa, es el bienestar de sus ocupantes redefiniendo así el lujo mar adentro.

El Sea Rover es además un yate especialmente exclusivo, solo se fabricarán diez unidades y las posibilidades de personalización que ofrecen son máximas. ¿Lo básico? Estética minimalista e ingeniería innovadora, con casco de acero sólido y aluminio, de líneas depuradas en su exterior y acogedor, moderno y funcional en su interior, un interior que es, además, muy luminoso no solo por la elección cromática sino también por los amplios ventanales.

¿Y qué supone el hecho de que el Sea Rover sea un yate wellness, es decir, que busca antes que nada el bienestar de sus navegantes? Significa que el gimnasio y el spa son espacios esenciales de este yate, no están escondidos en su interior sino en el puente para que la sesiones de yoga o los tratamientos wellness que aquí se desarrollen se disfruten, además, con vistas al mar. Además el gimnasio está magníficamente equipado y el spa dispone de una piscina de inmersión doble de agua fría y caliente, sauna, jacuzzi y zona de masajes.

¿Más bienestar? Podrás gozarlo en la cancha deportiva interior del yate, con espacio para jugar al padel o incluso al baloncesto y por supuesto en el club de playa, que cuenta con plataformas plegables a ambos lados de la embarcación ganando espacio al mar, o en la zona de solarium y el comedor al aire libre.

El interior del yate tampoco tiene desperdicio: la suite del propietario es un escándalo… por sus vistas, por su bañera estilo onsen japonés y por su sala de vapor privada; además el Sea Rover cuenta con cuatro cabinas de invitados  con acceso directo al club de playas y por supuesto también con un espacio para la tripulación (que puede ser de hasta nueve miembros.

Un detalle de lujo excepcional: la sala de máquinas y la timonera del Sea Rover están a la vista, algo que los amantes de los yates sabrán, sin duda, disfrutar…

Rodar

Rodar… y deslizarse, volar, navegar. Y el casco más buscado, la bicicleta de look retro, el coche customizado por la firma de moda, el patín sólo apto para ejecutivos… Creaciones que transportan nuestros sueños.

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