Ottoman, la fragancia de un imperio.

Cire Trvdon nos invita a un misterioso viaje olfativo al corazón con Oriente a través del aroma envolvente de "Ottoman".

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Siempre he creído que las velas poseen un no sé qué mágico fascinante. Tal vez sea el fuego, el olor de la cera al arder, la danza ondulante de la llama o todo ello a la vez. No lo sé. Pero sea cuál sea el motivo, lo cierto es que tras ese, en apariencia, simple gesto de encender una vela se esconde más de un secreto, un sueño o un deseo.

¿Y si la vela encierra su propia historia? ¿Y si su aroma nos conduce hasta el Versalles del siglo XV, la Cuba del Ché o al París de los años 20? ¿Y si al encender su delicada mecha de algodón, evocadoras notas a volutas de tabaco, cuero y frutas confitadas nos transportan hasta el corazón de Oriente donde, en el interior de un exótico café, el perfume cálido de las cabelleras de las danzarinas nos susurra al oído la historia del Imperio Otomano?

Así son las exclusivas velas perfumadas de Cire Trudon. Y así huele Ottoman, el último gran lanzamiento de la Maison parisina, cuya envolvente fragancia nos invita a viajar al universo soñado de la antigua Constantinopla.

Mientras arde la vela, sus notas de cabeza desprenden aromas a rosa turca, especias, hojas de tabaco y jazmín que mezclándose sutilmente con un corazón de miel, bergamota y cuero ahumado acaban estallando entre dulces acordes orientales de vainilla, haba tonka, almizcle y pachulí.

Casi cuatrocientos años de historia avalan el exquisito savoir faire de Cire Trudon; una firma que desde 1643 fabrica velas artesanales a base de una exclusiva pasta de cera mezclada con aceites de palma, soja y copra cuya fórmula secreta combina a la perfección con cualquier fragancia. Cada vaso, soplado uno a uno por los maestros artesanos de Vinci, refugia y despliega los históricos aromas de esta firma legendaria.

Cire Trudon

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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