El año.
Empezó el año que no empezaba. El 2011 que acaba ha sido una duda. ver
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Empezó el año que no empezaba. El 2011 que acaba ha sido una duda. ver
Pasa la semana, y pasa, y siempre queda para un último momento porque puede que el siguiente instante… ver
Podría invadirme una profunda decepción. Los cuarenta no son nada. Nada nuevo. ver
9:22 am. 1.261.872.032 segundos. 21.031.200 minutos. 350.520 horas. 14.605 días. ver
No. No puedo. No sé. No me atrevo. No encuentro el modo. No tengo ni idea… ver
Los que estuvisteis, los que fuisteis, sois. Aún y siempre, entiendo. ver
El presente, el futuro, la vida, nuestras vidas, la supervivencia, dependen de que no cedamos ante la mediocridad. ver
Aún se ven lejísimos la primavera y el verano. ver
Frente al «yo es que soy así», esa visión obtusa de sí mismo, limitada y pobre, sé que puedo ser el que yo quiera ser. ver
Comenzó como broma el modo de explicar ese primer golpe a una columna de garaje tras veintiún años conduciendo… ver
Cuando comenzamos a andar, cada paso se alimentaba de una ilusión… ver
Poniente fuerte, viento de mar adentro hacia tierra adentro, frío. En pleno julio aquí todos dormimos con mantas. ver
Cuando uno ha vivido cerca del mar detrás de cada esquina espera encontrárselo. ver
Créeme que estaba convencido de que me vería un ‘truño’ de película este domingo … ver
Toda calma por definción precede a una tormenta. ver
De los años que van pasando, de compartir los quehaceres del Hades, están Proserpina y Plutón muy unidos. ver
«Que aunque el gusto nunca más / vuelve a ser el mismo / en la vida los olvidos / no suelen durar» dice Happy Ending, un poema de Gil de Biedma… ver
Empieza Woody Allen por los créditos y cuando la historia va llegando a su final y tienes los lagrimales desbordados, sin más se acaba… ver
Breve mente. De entre las lecturas que me acompañan sobresalen y permanecen inalterables Antonio Porchia y Jorge Wagensberg… ver
Ceceño, un pueblecito cántabro en un alto con vistas al mar más allá del campo de golf de Oyambre, bordeado por la ría de la Rabia… ver
Cuando uno es un viajero tardío y conocer mundos in situ llega empezados los treinta, suele sorprender a la compañía de viaje lo agradecido… ver
El editorial de este lunes estaba escrito, no aquí, no por mi, lo estaba en el blog de un amigo al que queremos: Melchor Miralles. ver
Descubrí a Yasunari Kawabata en “Lo Bello y lo triste“, en la segunda o tercera edición de emecé editores… ver
Os sabemos y nos sabemos de esa rara avis que aprecia sobremanera la intención y el esfuerzo para con la belleza. ver
Para esta pequeña presentación me decanto por un contrario, uno que, como broma, nos gusta bastante: Grot. ver