Somos lo vivido.

Frente al "yo es que soy así", esa visión obtusa de sí mismo, limitada y pobre, sé que puedo ser el que yo quiera ser.

Y al titular este breve editorial tengo en la cabeza el de la edición de la obra poética completa de J.M. Caballero Bonald con el que me acuesto de madrugada estos días y que regusto a poquitos: «Somos el tiempo que nos queda«, muy recomendable.

Tan simple como que la experiencia de la vida, el amor, la amistad, que la percepción de los objetos, los espacios, que la relación entre ellos, en su «todo» o en su ausencia, que el dolor, la pasión, la belleza y el sinfín de matices del sentir y los sentidos, son en su suma y en su resta lo que soy, hoy, ahora, en el millar de imagos mías y ajenas. Soy lo que soy porque lo he vivido y seré lo que sea por lo que iré sumando a esto.

Y frente al «yo es que soy así«, esa visión obtusa de sí mismo, limitada y pobre, sé que puedo ser el que yo quiera ser, como bien me parezca o en definitiva aquello por lo que haga ser con la infinita plasticidad de la que somos capaces gracias a ese don innato del hombre que nos permite además adaptarnos, sobrevivir, sean los recuerdos con la luz en que juegan y se bañan unos niños de un Sorolla o como la escena del Fort Vimeux de Turner, hermosos en cualquier modo.

Y a sabiendas de esto, de lo experimentado, lo aprendido, lo sentido, si en el futuro decido seguir siendo feliz como lo soy ahora o me llevo a ser además rico (de las riquezas de alma y espíritu) lo seré en la medida que haga por vivirlo porque en definitiva seremos aquello que vivamos en el tiempo que nos queda por vivir. Así que entre tanto que elegir, yo elijo. Y elijo ser feliz, vivir, sentir, emocionarme. Y elijo el olvido de lo feo.

Life looks good.

 



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La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

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