La casa de campo, verano y joyas de Masterpeace.
Joyas y complementos de herencia, evocación y artesanía rusa. Te sorprenderán y te enamorarán.
Rusia es un país de contrastes en el que, de algún modo, conviven todavía hoy la sociedad del lujo y el exceso, la de los antiguos zares y los nuevos ricos, con otra mucho más terrenal y mundana, más de campo y naturaleza que de palacios y joyas. Pero es precisamente en la mezcla de esos contrastes donde nace la nueva Rusia o, al menos, sus nuevas joyas, las de Masterpeace.
Evgenia Linovich es la responsable de las sorprendentes propuestas de Masterpeace, suya es la inspiración y también los diseños que, para la colección del actual otoño y su invierno, recurre a evocaciones pasadas tanto propias como ajenas.
Las evocaciones propias giran entorno a una casa de campo y verano a la que acudía con su familia por temporadas y las ajenas son las de la rica herencia rusa en cuanto a lo que a joyas y complementos se refiere. La conjunción de estas dos evocaciones lleva a Evgenia a una colección sorprendente y atrevida en la que, especialmente los complementos, resultan descaradamente únicos, diferentes e inconfundibles.
La campaña que muestra los sugerentes diseños de Masterpeace es de una gran belleza plástica, tanta que llegas a sentirte ante lienzos más que ante modernas fotografías mientras la revisas imagen a imagen con el detenimiento y atención que cada detalle de estas propuestas merece.
El entorno de las imágenes es rural hasta montar todo un animalario que incluye tanto animales propios de granjas como otros exóticos; llama especialmente la atención el loro, también las mariposas. Verdes, azules y naranjas dominan los complementos mientras la artesanía rusa se impone en lo que al diseño y el engarce de las joyas requiere.
Tiaras, grandes pendientes, soberbios collares e incluso cuellos, todo un mundo vintage, en cuanto a lo que tiene de tradicional, romántico y encantador, una propuesta de ayer que ha sabido reinventarse y enamorarnos.