Joyas de dulce.

Los rubís y los zafiros según se miren pueden resultar hasta apetecibles. Sus colores intensos recuerdan a las deliciosas jelly belly de frambuesa y arándano, y quizás por esto, o no, Víctor Caparrós ha denominado Candy a su nueva colección de joyas con gemas en intensos azules y rojos.

Él que desde 1968 anda envuelto en el mundo de los metales y las gemas, y cuya expansión oriental le ha llevado a abrir cinco boutiques en diversas ciudades de Japón; se ha caracterizado por una constante inquietud en la investigación de las técnicas de trabajo de los metales, y por sus innovadores diseños.

Una actitud que le ha llevado a colaborar con diseñadores de la talla de Jesús del Pozo, Amaya Arzuaga, Roberto Verino y Devota y Lomba, para acompañar sus colecciones en pasarela.

Y ahora 44 años después, sigue sorprendiendo con una edición limitada e 75 piezas realizadas de forma artesanal en plata y oro, con rubís talla cabujón y zafiros estrella de más de cinco quilates.

Diseños arquitectónicos, pulseras rígidas y acabados con efecto piel de serpiente, que combinan la solidez del metal con la dulzura de las gemas.