Rojo a la vista.
Lucir el rojo de Carolina Herrera es un placer, sobre todo para la vista.
Hay empresas a las que se las asocia a un color. Algo que también ocurre en el mundo de la moda, y si no ahí están el azul casi negro de Lanvin, el verde Tiffany, o el fucsia de Font. Podemos decir que estos serían sus colores corporativos, pero al margen de sólo identificar a una marca, también enmarcan un estilo, un carácter, y una forma de expresión.
Pero estos colores lejos de ser exclusivos de una sola firma, extienden sus bondades y su simbolismo a otras marcas. Un ejemplo claro es el rojo, que aunque pueda parecer exclusivo de Valentino, Louboutin ha logrado incorporarlo con éxito a sus suelas, y Carolina Herrera hace ya tiempo, a sus bolsas y a sus packagings en general.
Su rojo, el de Carolina, es más un rojo pasión, de esos que deseas tener, como casi todo lo que ellos hacen, ya sea ropa o complementos, porque sus artículos respiran personalidad, elegancia y ese punto de sofisticación, que otra vez han logrado materializar en su colección de gafas de sol 2013.
Blancos y negros, colores tierra, y cómo no los rojos, se convierten en los protagonistas. Donde formas cuadradas y de ojos de gato, acetatos orgánicos, metal, lentes degradé y el logo de la marca, ayudan a completar la imagen de la colección.
Gafas esmaltadas que nos servirán para convencer al invierno de la trascendencia de sus días de sol.
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