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Nine West y el eterno masculino.
Nine West hace una apuesta retro para el próximo otoño-invierno con su línea Masculino.
Cuando era una adolescente fantaseaba con su primer día de trabajo. Le gustaba el mundo de los ejecutivos trajeados e impecables, con los que coincidía siempre de regreso a casa.
Se imaginaba con 15 años más, entrando en uno de esos edificios de cientos de ventanas con su pase privado, saludando al personal de seguridad y marcando el 36 al subir al ascensor. Desde su despacho se vería toda la ciudad, una mesa de cristal sobre una alfombra de fieltro de lana en colores tierra, y el sillón Ottoman, el clásico de los Eames, completarían esa visión perfecta de su futuro como directiva en una multinacional.
Era presumida hasta el extremo, cuidaba mucho los detalles y desde muy jovencita se había interesado por la estética masculina. Personajes como el de la escritora francesa, George Sand, o el de la genial Diane Keaton en Annie Hall, fueron un referente.
Ahora ya con 30, con su melena recogida en un moño despeinado, sus mocasines de charol negro y su sombrero fedora, conseguía revivir esa sensación de adolescente.
La firma americana Nine West hace una apuesta retro para el próximo otoño-invierno con su línea Masculino. Tacones cubistas, pieles con pespuntes, borlas, cordones y charol, que recuerdan que el arquetipo del calzado masculino sienta como un guante a la estética femenina.
