Luis Onofre o lo seductor de un complemento.

Luis Onofre es un artesano del calzado que, si bien hasta 1999 no comenzó a comercializar sus creaciones bajo su nombre y firma, ha vivido siempre unido al arte de soñar y confeccionar zapatos, no en vano la suya es la tercera generación de artesanos del calzado.

Desde su Portugal natal y para el resto del mundo, Luis Onofre sueña zapatos terriblemente seductores ya sea a ras de suelo o elevándose hacia el infinito; las suyas son piezas que parecen más de arte que de caminar, bellísmos zapatos para los que una busca vestido más que a la inversa y, cabe que sea por eso, que la campaña que muestra sus propuestas para esta temporada, luzca modelo en cueros… ¿quién piensa en vestir con un par de Luis Onofre en los pies y, entre las manos, el bolso a juego?

Sus diseños son únicos, muy trabajados y detallistas, construidos pensando en el buen paso para el que se usarán y en lo que de seductor tiene siempre un zapato; los materiales con los que trabaja este zapatero portugués son siempre de primer orden, porque lo suyo es el calzado de lujo y sabe bien que la calidad comienza en el mismo principio, en la conjunción, que ha de ser perfecta, entre el sueño y lo cierto, el diseño y los materiales sobre los que convertirlo en zapato.

No hay más que pasear sobre sus propuestas de verano para enamorarse sin remedio de sus creaciones por tanto como tienen de seductor y original, de diferentes, y por tanto como cuidan cada detalle; y es que si la mágica conjunción de diseño y artesanía supone el primer paso del éxito de las colecciones de Luis Onofre, la confección perfecta que mima cada puntada y cada corte, es sin duda el segundo.

El tercero lo das tú cuando decides calzar un par de Luis Onofre y, de ahí en adelante, el éxito. Tú éxito sobre unos zapatos de escándalo y el del zapatero portugués unido al tuyo y a ti por los pies.

Y ahora dinos… ¿no te mueres por un par de zapatos nuevos? y no vale excusarse en los tacones porque las propuestas de Luis Onofre que se quedan a ras de suelo no pueden ser más bellas…