El lujo de encajar.
La tecnología de Botisto crea zapatos para que te queden, literalmente, como un guante.
Finlandia, lugar de bosques y lagos, además de regalar al mundo al escritor Mika Waltari y a su maravilloso Sinuhé el egipcio, es uno de los países que más promueve el diseño en todas sus vertientes. Justo por eso, este año, es Capital Mundial de esta disciplina.
Aalto o Marimekko no han hecho más que potenciar ese know how finés. Así que si os digo que detrás de Botisto, una firma zapatera, hay dos finlandeses de pro, pues como que la marca y sus diseños adquieren otra dimensión.
Jaakko Tulkki y Hanna Sarén son un tándem en este negocio con naming en esperanto (botisto es zapatero en esta lengua con vocación universal). Y son ellos quienes han basado su marca en la calidad, la elegancia, la comodidad, pero sobre todo en la personalización.
Virtud, éxito, admiración, independencia, alegría, cortesía, benevolencia, triunfo, coraje y dureza, podrían ser las características del hombre Botisto, pero no, son sus modelos principales de zapatos, aquellos que ves y dices “los quiero”.
Ahora bien, aquí empieza la aventura de la marca. Porque lejos de la producción masiva y de los materiales one time use, ellos apuestan por dos cosas: la tecnología y el sentido de lo individual.
Para empezar hay que saber que la firma finlandesa, ha logrado diferenciarse por conseguir elaborar una réplica tridimensional del pie a través de un escáner óptico. Haciendo que el dicho “quedan como un guante” cobre sentido.
Pero no contentos con esto, han dotado a su proceso de elaboración de una particular historia, que comienza en la tienda física que Botisto tiene en Barcelona (allí obtienen el 3D y tú eliges el modelo). Continúa en la World Wide Web con el envío de toda la información a su centro de producción en la región de Lombardía (Italia), y finaliza en pocas semanas con un envío postal.
El concepto sorprende y la calidad engancha. Da el paso y experimenta el luxury of fit.