Alberto Fasciani, las botas de montar son cuestión de piel.

Leemos o escuchamos diseño Made in Italy e inmediatamente el símbolo del lujo se nos dibuja en la mente. También el de la elegancia, la clase, el minimalismo, el detalle llevado al extremo. Y hay que reconocer que cuando se trata de calzado, el efecto se multiplica. Porque a la hora de combinar artesanía fina, tecnología punta, experimentación e innovación los italianos lo bordan.

Si a ello le unimos una inclinación natural hacia la belleza y la armonía y una atracción infinita por la equitación, antes o después acabaremos enredados entre las faldas del monte Sabulo buscando a Alberto Fasciani desesperadamente. ¿Quién es Alberto Fasciani? Un artesano único, un artista de la piel, un amante del mundo ecuestre que hace más de medio siglo comenzó a edificar su imperio en Fermo, una pequeña villa medieval situada en la región italiana de Las Marcas.

Su pasión por los caballos y la compra de su primer ejemplar introdujeron al joven Fasciani en la refinada atmósfera de un mundo donde deporte y arte se funden con una estética exquisita, casi aristocrática. Un estilo de vida basado en el respeto, la disciplina, la precisión, el estilo, la pasión, el entusiasmo. Valores que Alberto Fasciani ha trasladado a sus diseños, convirtiendo la marca en un icono de la elegancia, la expresión de la creatividad italiana con sabor británico.

Precursor de los tejidos teñidos que otorgan al calzado la intimidad y el sabor único de una vida vivida intensamente, Fasciani es hoy una marca sinónimo de calidad y de sofisticación Made in Italy reconocida en todo el mundo.

El sello Alberto Fasciani grabado en la parte alta de la caña garantiza el refinamiento, la calidad de la piel, la elaboración artesanal y toda su filosofía: cualquier persona que calce mis botas ha de sentirse como en casa desde el primer momento, como si hubiera pasado toda la vida llevándolas.