No sin mi Zubi.

Existen muchas formas de imaginar una vida, pero si hay una constante en todas, es la que se construye a través de las imágenes. Fotografías que lo llenan todo de sensaciones, como aquella playa semisalvaje de hierbas altas y viento intenso. O aquella, en la que jardines centenarios acogían a un palacio. Instantáneas de bosques en primavera, de lugares en medio del océano con acantilados que vuelan sobre el mar, de la nieve, o de aquella la playa de aguas cristalinas y rocas blancas.

Y de pronto te descubres sobre la arena de Tarifa, en las costas de Madeira, merodeando el Palais Royal de París, disfrutando de los jardines de La Granja, paseando por el pinar de Valsaín a las afueras de Madrid, o sumergiéndote en paisajes argentinos al otro lado del mundo.

Pero nunca solos, siempre de la mano de Mercedes y Elena, las hermanas Zubizarreta, que a través de sus objetivos, nos invitan a pasear este otoño invierno alrededor del mundo.

Una colección, la cuarta, con pouchs y bolsas hechas en España, que vuelven a estar estampadas en paño de lana, algodón y ante, de colores más bien tenues, a excepción de esos árboles de troncos rojos de Valsaín.

Y de pronto las experiencias toman forma de 32×25 cm, que es el espacio en el que contenerlas, un escaparate, y un destino en sí mismo. Cuando los tengas no querrás separarte de ellos.