Loewe entre amazonas, flamencos y granadas.

A Loewe le gustan los palacios, las celebraciones, los sillones neobarrocos y la marquetería dorada. Le gusta la elegancia, sobre todo si la visten de negro. Pero con lo que disfruta, y eso se nota, es con la piel.

Esta vez la cita es un noble edificio del siglo XIX. Ángela, Andrés, Bimba, Clara y Antonio, los anfitriones. El lugar, antiguo centro de tertulias y fiestas de la aristocracia madrileña, es ahora el escenario de esta pequeña fiesta de bienvenida.

Todos nos reciben copa en mano. Celebran el encuentro, la llegada del otoño, y el triunfo de la piel. Ángela con más experiencia que el resto en recibir, nos dedica una sonrisa y contagia a Bimba, Clara y Antonio son algo más reservados, mientras Andrés nos seduce con sólo mirarnos.

El negro predomina en un vestuario minimalista. Algún blanco, algún marrón, pero sobre todo el negro. Claro que de esa manera sus bolsos adquieren protagonismo. Y no un protagonismo cualquiera, sino el que da el magenta de su modelo Granada, el rojo de su Weekender Amazona, el marrón piel de potro de su modelo Flamenco, o el ya mítico ante oro del Amazona.

Nos invitan a sentarnos, nos ofrecen champagne y nos animan con una buena conversación.  Son modelos, cantantes, actores y actrices, ellos saben cómo persuadirnos. Nos cogen de la mano y ahora lo mejor es entregarse y disfrutar.

La campaña: Otoño Invierno 2012. El lugar: Palacio de Fernán Nuñez, Madrid 1846, mismo año de la creación de la firma española. Cosas del destino.

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