La trenza que todo lo cubre.
El intrecciato y su “when your own initials are enough” han cruzado los límites de lo conocido como imagen de marca.
La moda es cíclica, las modas también lo son. Y ahora lo que gusta, lo que todos quieren probar es tejer y liarse con los hilos. Algo que estuvo olvidado, que era cosa de abuelas, ahora es poco menos que el santo grial.
El yarn bombing ha creado tendencia y cada día son más quienes se suman a la fiebre del ganchillo, a las agujas de lana y usan el punto como el caviar de lo ponible.
Tejer y entretejer es cool, pero como decimos esto no es nada nuevo, y ya no porque haya sido cosa de abuelas, sino porque esta forma de cruzar unas cosas con otras ya lo descubrieron antes y con mucho acierto los italianos de Bottega Veneta, haciendo de su forma de tratar la piel la enseña de su marca.
El intrecciato y su “when your own initials are enough” han cruzado los límites de lo conocido como imagen de marca, a través de una labor puramente artesanal.
Su trenzado ha cubierto zapatos, bolsos, monederos y ahora se han atrevido con las nuevas tecnologías. Blackberry, iPad y iPhone tienen el placer de cubrir sus superficies con rojos, amarillos, violetas, grises, marrones o negros, que resaltan el relieve de la piel.
Un capricho entre los 250 y 490 euros. Una forma de fusionar artesanía y el universo más tech.