La piel del hombre.

Hace años que las pasarelas y las revistas de moda nos muestran a hombres lánguidos, de aspecto débil. Una tendencia que además han seguido de forma mimética todas las marcas. Pero tras la semana de la moda de París, parece que hemos vuelto a recuperar al hombre de siempre, o como dice Kris Van Assche, al hombre que se permite ser hombre.

Y cuando el Director Artístico de Dior Homme dice eso, se apoya en botas contundentes, pantalones anchos, abrigos largos, chaquetas bomber y trajes de sastre de telas más rígidas, para corroborar los argumentos de su colección, “A soldier on my own”.

Una colección para el otoño/invierno 2012, que logra impregnar con su estética a la primavera/verano 2013 desarrollando una profusa línea de complementos de piel, donde negros y azules compiten en importancia sobre monederos, billeteros, bolsos, bandoleras y cinturones, que consiguen que el hombre pueda lucir y lucirse.

Así que podríamos decir que Van Assche, que desde 2007 es el responsable del hombre Dior, es quien hoy define los contornos de una nueva elegancia masculina, y quien establece las reglas de una modernidad carismática y sorprendente de los complementos que vienen a ser para ellos continuación de la piel.

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