Disparos retro.
Con motivo del aniversario de la carismática PEN, Olympus presenta una nueva versión renovada: una compacta sin espejo y cuerpo de metal.
Era el año 63 y en las radios de medio mundo se pinchaba aquel everybody’s gone surfin, surfin USA… de los Beach Boys y se especulaba sobre quién estaría detrás del asesinato de Kennedy. Ese mismo año la marca Olympus sacó al mercado su mítico modelo PEN-F. De todo ello hace ya cincuenta años.
Con motivo del aniversario de esta carismática PEN, la firma japonesa ha lanzado al mercado una nueva versión renovada: la PEN E-P5, una compacta sin espejo ensamblada a mano, con objetivos intercambiables y cuerpo de metal, en el que apenas logra verse un tornillo. Este modelo de aires retro está disponible en negro, plata y blanco y presenta además diferentes alternativas de personalización gracias a sus empuñaduras artesanas de madera.
En lo que a su interior respecta, la PEN E-P5 ofrece una óptima calidad de imagen, alcanzando los estándares de las cámaras réflex. Su velocidad de obturación llega hasta 1/8000 segundos, lo que permite conseguir fondos desenfocados incluso con mucha luz y congelar movimientos de todo tipo. Por otro lado, cuenta con un autoenfoque muy rápido con AF Parcial, que permite ver en detalle una parte de la imagen todavía más específica de la que permiten las cámaras réflex, así como reducir al mínimo el intervalo de tiempo entre la obturación y la exposición, capturando eficientemente los sujetos en movimiento.
Olympus vuelve la vista atrás, devolviéndonos a la contracultura y revolución de los sixties, buscando el mejor ángulo posible para decirnos que esta bella PEN E-P5 ronda hoy los 1.000€.