Casa Finisterra o cuando el fin del mundo está en Cabo San Lucas.

Los romanos, cuando llegaron a Galicia expandiendo su gran imperio, pensaron que había alcanzado el fin de la tierra, que más allá de aquel lugar no había ya nada más que el mar y la nada, el fin… una idea que no podía estar más equivocada porque la tierra, siendo tan redonda como es, no tiene principio ni fin pero eso era algo que los conquistadores romanos todavía desconocían y por eso llamaron a aquel lugar que veían como fin de la tierra Finisterre (Fisterra en su topónimo en gallego, tanto en castellano como en gallego, con el mismo origen y raíz lingüística en latín: Finis Terrae).

Esa misma sensación de fin de la tierra se vive en otros lugares del mundo, en Cabo San Lucas sin ir más lejos (y sin quedarnos más cerca), allí termina la península de Baja California y se abre el océano Pacífico; esa sea, probablemente, la razón por la que esta casa, cuyo precio de venta da idea del tipo de vivienda que es (unos 10 millones de dólares), recibe por nombre Casa Finisterra.

La casa Finisterra, construida en el año 2001, es una obra arquitectónica espectacular desde la que se difrutan vistas de 180 grados hacia uno de los pocos lugares del mundo en los que el desierto se une con el océano; el vidrio y el hormigón son los materiales principales de la estructura de esta casa que cuida de sus zonas privadas sin renunciar a la magnífica luz de este lugar del mundo, por eso utiliza ventanales de suelo a techo y también claraboyas y otros recursos para llevar la luminosidad de Cabo San Lucas a todos los rincones de casa Fisterra. 5 dormitorios, 7 baños, sala multimedia, gimnasio, sala de estar, comedor y cocina, todo ello distribuido en dos alas claramente diferenciadas, una abierta a la piscina y al mar, y otro más privada.

Como curiosidad, te diremos que esta casa fue un encargo del productor musical Luigi Creatore al estudio de arquitectos de Steven Harris y que su nivel de lujo y privacidad es tal que se dice que fue el lugar elegido por Brad Pitt para alojarse (y esconderse) durante el rodaje de Troya.