Hasta siempre, Patrick Demarchelier.

La lista de los grandes fotógrafos de moda no es larga porque, si bien hay muchos, son muy pocos los que pueden mirar de frente el trabajo de gentes como Avendon o Helmut Newton y saber que el suyo está a su altura y entre esos pocos está, sin duda, Patrick Demarchelier, también Peter Lindbergh.

Pero es que además Patrick Demarchelier no se contentó con ser un excepcional fotógrafo de moda, fue también el primer fotógrafo no británico que trabajó para la Familia Real británica, de hecho algunas de las fotos que hizo a Lady Di están entre sus trabajos más destados junto a las que firmó para las grandes campañas de moda de firmas tan importantes como Dior o Louis Vuitton y las fotografías que realizó para el Calendario Pirelli.

Demarchelier nació con una cámara de fotos bajo el brazo, con 17 años se ganaba la vida haciendo fotos de pasaporte y con 32 se marchó a conquistar el mundo de la fotografía desde Nueva York sin hablar ni una palabra de inglés, no importaba, su lenguaje era otro, la imagen.

Recibió en vida el reconocimiento debido a su arte, de hecho se ha despedido de él tras haber sido nombrado Caballero de Honor de las Artes y las Letras de Francia.

¿Un lado oscuro? Dicen que lo tuvo y con el Me Too algunas lo señalaron, no seremos nosotros tribunal popular en ese juicio, mucho menos ahora que el acusado no puede defenderse, nos quedamos con lo que, a estas alturas de su vida (llegado su fin) importa, su trabajo.

Despedimos a Patrick Demarchelier dándole voz, recordando aquí algunas de sus sentencias más notables, especialmente una que debemos grabarnos a fuego en la memoria: ‘La belleza está en el carácter de la persona. Va de tener un rostro interesante y acerca de lo que llevas dentro‘.

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