El impacto del turismo chino en Gran Bretaña.
La Oficina de Turismo británica prevé que el gasto de los turistas chinos en el Reino Unido se duplique a mil millones de libras para 2020.
El pasado 28 de abril se celebró en Londres el prestigioso Walpole Eastern Growth Summit. Una cumbre donde decenas de marcas de lujo británicas, destinos turísticos y minoristas del sector discutieron el impacto que tiene para el Reino Unido el turismo proveniente de China.
Londres ha visto un importante crecimiento en las llegadas de turistas chinos en los últimos años, alrededor de 200.000 visitaron la ciudad el año pasado. La Oficina de Turismo de Gran Bretaña VisitBritain, espera que el gasto de los turistas chinos en el Reino Unido se duplique a mil millones de libras en el año 2020.
Los turistas chinos tienen grandes facilidades para conseguir visados para entrar en Estados Unidos, al igual que para los paises Schengen, pero el sistema de visados para Gran Bretaña es relativamente lento y esto constituye un impedimento para que el flujo de turistas aumente.
Diversos temas clave se discutieron duran el Walpole Eastern Growth Summit, uno de ellos fue la diferenciación, llegando a la conclusión de que a todas las marcas británicas les beneficia destacar «lo británico«, ya que esto les ayuda a mantenerse al margen de las marcas francesas e italianas que han inundado el mercado chino en los últimos años.
Los cada vez más sofisticados compradores chinos buscan un enfoque diferente, mezcla de calidad y artesanía. Esto beneficia particularmente a las marcas británicas, muchas de las cuales son menos conocidos en China, frente a otras más llamativas como Gucci o Louis Vuitton.
Numerosos ponentes en la cumbre de Walpole comentaron que la red WeChat se ha convertido en la plataforma social china más importante para el marketing, la mayoría de las pequeñas y medianas marcas tradicionales británicas están presentes en esta plataforma.
Otro tema que surgió durante el Walpole Eastern Growth Summit, fue la importancia de captar la atención de los viajeros chinos antes de salir de China, ya que los compradores chinos toman la mayor parte de sus decisiones de compras antes del viaje, lo que dificulta a las marcas para influir en las ventas cuando están en el Reino Unido.