El boom de la Banca Islámica.
Las fortunas de países como Bahrain, Kuwait, Qatar o Arabia Saudí, están demandando una Banca Islámica para la gestión de sus patrimonios.
La Banca Islámica en Oriente Medio, particularmente la región de los países del Golfo, ha experimentado un crecimiento significativo durante los últimos cinco años, ya que la región atrae cada vez a más expatriados ricos, que se unen a los multimillonarios del lugar.
Después de un período de crecimiento lento tras el inicio de la crisis mundial de la deuda en 2008, los patrimonios personales en Oriente Medio se encuentran en la senda del crecimiento.
En los países que forman el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, que son Bahrain, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí, y los Emiratos Árabes Unidos., existen más de 500.000 individuos con patrimonios superiores al millón de dólares (HNWI= High Net Worth Individuals) y activos invertibles netos conjuntos de más de 1,7 billones de dólares y este número está creciendo rápidamente debido a las relativamente mejores condiciones económicas en la región en comparación con otras partes del mundo. Arabia Saudí es el país mas rico de los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
Desde 2013, el apetito de riesgo de los inversores del Golfo ha aumentado, debido a la gran liquidez existente en la región y las enormes cantidades de dinero que se han bombeado en los mercados globales a través de la flexibilización cuantitativa.
Los grandes bancos internacionales y privados han tenido históricamente una gran ventaja debido a su presencia durante décadas en la zona y han construido una amplia oferta de servicios de inversión para sus clientes, pero no habían muchas alternativas compatibles con la Sharia para los grandes patrimonios musulmanes. La Banca Islámica prohíbe el pago o aceptación de tasas de interés por el préstamo y la aceptación de dinero, así como la inversión en empresas que suministran bienes o servicios considerados contrarios a sus principios.
La expansión de la riqueza está llevado a la mayoría de las fortunas de la región a buscar principalmente bancos islámicos que respetan un compendio de leyes provenientes del Corán, para hacer frente a los servicios de gestión de sus patrimonios; y los bancos están trabajando en la construcción de una plataforma de gestión de patrimonio competitiva.
De acuerdo con algunas de las últimas investigaciones, el 80 por ciento de los HNWI de la región (frente al 59 por ciento del año pasado) prefieren que un banco local les administre su patrimonio. Las principales razones para esto son el fácil acceso a los fondos en los bancos locales que tienen buen alcance en el país, y una mejor comprensión de las normas y de la seguridad local.
El acceso al crédito también se ha vuelto más fácil, contrariamente a la tendencia mundial, alrededor de un tercio de los inversores de los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, se centran en el crecimiento de su patrimonio en lugar de preservarlo. La búsqueda de rendimientos es un aspecto clave en la cultura de inversión de la región, ya que los inversores buscan continuamente aumentar y preservar su patrimonio.
Mientras que los activos en el sistema bancario islámico actual a nivel mundial están creciendo a un ritmo cercano al 22 por ciento anual, en el futuro la previsión del crecimiento de la Banca Islámica a nivel mundial se estima en más del 25 por ciento anual.
En los Emiratos Árabes Unidos, los bancos islámicos han estado creciendo a una promedio de 14 por ciento en los últimos cinco años o tres veces más rápido que los bancos convencionales. Por lo tanto, las previsiones de los expertos son que los activos de los bancos comerciales islámicos en los Emiratos Árabes Unidos podrían sobrepasar los 250 mil millones en 2019.