Cuenta con la última tecnología Dragonship 25, un yate ‘eco-friendly’.

Esta embarcación de 25 metros de eslora es la última creación de la compañía galesa Pi SuperYachts. Un trimarán compacto, pero de auténtico lujo.

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El astillero galés Pi SuperYachts es una empresa innovadora que con apenas dos años de vida se ha colocado a la cabeza del mundo del lujo en el sector naval. Para ello decidieron apostar por un nicho de mercado muy concreto: el de los trimaranes, que no dejan de ser megayates de lujo. Y se adaptan a las exigencias de los clientes elaborando sus barcos a medida y equipándolos con la última tecnología. A la cabeza de la compañía se encuentran tres ingenieros navales que juntos suman más de 50 años de experiencia en la industria marítima y que comparten algo sin lo cual nada de lo que hacen tendría sentido: el amor por el mar.

El último lanzamiento de la empresa es el Dragonship 25, una nave que tiene un formato más compacto que el de su predecesora (el gigantesco trimarán Dragonship 80) pero que cuenta con los mismos principios que marcan el criterio de esta innovadora y lujosa línea de megayates: poder, innovación y tecnología ecológica. Porque el Dragonship 25 está “limpio de carbón”, cuenta con una nueva tecnología denominada ‘Blue Box’ y células solares en la parte más alta de la cubierta que hacen que se mueva por propulsión eléctrica. Pero quizás su característica más notable es la plataforma ‘autosail’, donde una vela de ala trabaja en sintonía con las condiciones del viento reinante, de modo que la navegación se simplifica.

Esta nueva creación de Pi Superyachts tiene cero combustibles de carbón, cero emisiones y es un barco extremadamente silencioso incluso cuando está trabajando a la máxima potencia. Por tanto, su impacto ambiental es prácticamente cero.

No existe actualmente en el mercado ningún trimarán como el Dragonship 25, que cuenta en total con 291 metros cuadrados de espacio donde uno puede disfrutar de deliciosas veladas en cubierta a plena luz de sol o bajo las estrellas, lo que lo convierte en un auténtico lujo en medio del mar.

La embarcación ha sido diseñada para que puedan compartir espacio de forma confortable hasta diez personas y además, cuatro miembros de la tripulación. Por eso cuenta con un camarote principal y cuatro camarotes individuales, más dos camarotes exactamente iguales para los miembros de la tripulación. Por si esto fuera poco, también tiene un salón y un comedor de grandes dimensiones, además de otra pequeña sala de comidas en la cabina de popa.

Además hay espacio para almacenar una pequeña embarcación auxiliar e incluso cuenta con un trampolín abatible perfecto para tirarse al mar y un lugar especialmente indicado para divertirse con los deportes acuáticos o donde guardar elementos náuticos.

Este astillero galés crea naves de gran envergadura (recordemos que su primer lanzamiento fue el Dragonship de 80 metros de eslora), pero eso no es un problema porque desde Pi SuperYachts han solucionado este inconveniente. Para ello se ha decidido que los cascos laterales puedan plegarse a lo largo del casco central, consiguiendo de esta forma disminuir la anchura de la manga de 30 a 20 metros y permitiendo la estancia en muelles dentro de los límites estipulados.

Navegar en este yate es mucho más que una cuestión de estilo. Es una experiencia agradable, diferente, única. Ha sido creado con los mejores materiales y especialmente pensado para el confort. Sentir cómo surca los mares sin emitir ningún ruido es realmente relajante. No sabemos cuál es su precio, pero ya sabes lo que dicen: mejor que tener un barco es tener un amigo que tenga un barco.

Más información Pi Superyachts

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