De Kenia, al mundo.

Dicen que puede servir como pareo o como toalla, pero lo cierto es que el kikoy no tiene nada que envidiar a las clásicas pashminas de India o a los linos multicolores que envuelven los cuerpos de quienes veranean en las playas de la Costa de la Luz. Esta prenda, con la que pocas pueden rivalizar en comodidad, perpetúa una tradición ancestral del pueblo swahili y llega a nuestras costas de la mano de la firma Turtle Bay.

Los propios fundadores de la marca la descubrieron y cayeron fascinados y rendidos a sus pies en un viaje por las playas de Kenia. No hubo de pasar mucho hasta que se decidieron a crear una colección propia, que ya ha cosechado algunos éxitos. Su última apuesta es el estampado Hawaiian Stripe, diseño en el que han incorporado motivos hawaianos (la clásica flor de hibisco, aunque más pequeña). Disponible en 10 colores, está forrado con esponja y elaborado a mano en las orillas del Índico, por artesanos locales.

Ligero y de poco volumen, todos los kikoys están realizados con mimo y respeto. Para confeccionarlos se usa algodón africano y el teñido de los algodones respeta igualmente el medio ambiente, gracias al uso de colorantes naturales. Además, el taller que los confecciona está certificado por la Federación Keniana para el Comercio Alternativo.

Su precio de venta al público es de 80 € y se puede echar un vistazo a toda la colección en su web.