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Art Decó sobre ruedas.

Una proeza del diseño, que de haberse llevado a cabo su producción en serie, hubiese estado en la gama más alta del mercado.

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Motocicleta BMW R7, 1934. Ha sido descrita como “una de las más importantes, innovadoras y visualmente impresionantes motocicletas jamás producidas.”

Un movimiento artístico. En los años 30 el diseño comenzó a abandonar sus estructuras más tradicionales y comenzaron a surgir movimientos artísticos como el Art Nouveau, Art Decó, Streamline y otras corrientes con motivo entre otros de la Revolución Industrial. Muchos denominaron estos años como “Age of the Machines”.

Un diseño truncado. BMW, siempre pionera, quiso unirse a la corriente artística Art Decó. Hasta ahora las motocicletas eran un desarrollo de las bicicletas, pero el ingeniero Alfred Böning quiso desafiar esa idea construyendo un prototipo que nunca salió de fábrica: la BMW R7. En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y con ella las fábricas se centraron en la producción únicamente militar, quedando abandonado el proyecto en una caja a salvo de los bombarderos en la Bayerische.

El descubrimiento y recuperación. En 2005, jóvenes fanáticos de BMW Classics (antes la BMW Mobile Tradition) abrieron una caja en la que se encontraron la BMW R7. Sus condiciones no eran muy buenas, algunas piezas se desmontaron para utilizarse en otros proyectos que vieron la luz como la R5 y otras quedaron gravemente dañadas por la corrosión provocada en gran medida por la rotura de la batería. El equipo afrontó su recuperación, larga y costosa, en la que participaron los mejores especialistas, ayudados con la financiación de BMW la cual aportó además al proyecto los planos originales de diseño.

En 2007 y por primera vez en más de 70 años la R7 volvió a la vida en la carretera con Hans Keckeisen (jefe del proyecto) a sus lomos.

La moto. Todo era innovador en el diseño de las piezas que la integraban con soluciones hasta ahora impensables. El depósito de gasolina no estaba montado sobre el chasis al descubierto sino que estaba escondido bajo elementos exteriores de la carrocería. La cubierta superior cromada albergaba el indicador de presión de aceite y, a su lado estaba situada la palanca manual de cambio de marchas con posiciones en “H” (como en los coches). Las cubiertas laterales, que se desmontaban con facilidad, camuflaban el sistema eléctrico. Los pies quedaban apoyados y protegidos por los estribos de aleación. Un velocímetro con un disco giratorio, funcional y diferente estaba incluido en el grupo del faro (algo muy característico de las BMW de antaño). El motor albergaba multitud de soluciones innovadoras que han sido y siguen siendo un referente en los motores bóxer BMW. Por primera vez se incorporó una horquilla telescópica.

Una proeza del diseño, que de haberse llevado a cabo su producción en serie, hubiese estado en la gama más alta del mercado.

Rodar

Rodar… y deslizarse, volar, navegar. Y el casco más buscado, la bicicleta de look retro, el coche customizado por la firma de moda, el patín sólo apto para ejecutivos… Creaciones que transportan nuestros sueños.

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