Descaro vintage.
La primavera de Cavalli es sofisticación, descaro y elegancia; una colección como para atreverse a vestirla... y ver qué pasa.
Cavalli es descarado, casi agresivo, seductor hasta el exceso y a veces, incluso, sensual; y en sus propuestas para la próxima primavera es todo ésto y a la vez, resultando irremediablemente atractivo.
Y a pesar de la actualidad, la modernidad y el descaro que reinan en toda la colección, no dejamos de percibir cierto aire vintage, lo que añade a todo lo anterior un punto de sofisticación.
Ese aroma vintage reside en el colorido, también en las formas y dibujos, de accesorios y estampados y nace de la misma inspiración que sus diseños y que es, sin duda, cuando menos curiosa para una colección de moda: la historia de la porcelana: espirales y prints de pequeñas flores que recuerdan la clásica porcelana inglesa y los florales de mayor tamaño y colores profundos y brillantes -rojo, azul, verde, amarillo y dorado- que se inspiran en el clásico diseño kakiemon, un imperdible de la porcelana japonesa que llegaba a Europa a través de la compañía de las Indias Orientales.
Pero aun partiendo de una inspiración tan clásica y esencialmente elegante, Cavalli se desenvuelve con su descaro habitual: escotes de vértigo, tacones altos, chaquetas sastre y pantalones de vestir en estampados únicos, voluptuosidad y rupturas en las faldas largas, nada que añadir a las cortas y el ineludible print de leopardo en casi cualquier colección de firma Cavalli.
Sofisticación, descaro y elegancia… es, sin duda, una colección como para atreverse a vestirla… y ver qué pasa.
Más información Roberto Cavalli