En vista del éxito…

En 1947 Christian Dior ofreció al mundo su primer desfile de moda. En aquella ocasión, histórica y memorable, nada se dejó al azar. Entre la retahíla de detalles que asombraron al mundo se encontraban los asientos en los que se acomodó al afortunadísimo público presente en la sala: las butacas Napoleón III, cuyo almohadillado reproducía el de las sillas de enea de estilo colonial. Y esta suerte de entramado inspiró el cannage, el célebre código que simboliza como nada la etiqueta Dior.

La maison francesa ha insistido colección tras colección en celebrar este característico dibujo representado una y otra vez en formatos tan dispares como la superficie del bolso Lady Dior, la de alguna de sus fabulosas polveras y, en esta ocasión, las patillas de su nueva colección Eyewear My Dior.

Conseguir la proeza de trasladar el emblemático cannage a las varillas de estas gafas de diseño rectangular (de sol y graduadas) ha sido posible gracias a una técnica única de estampado a mano que permite recrear un acabado tridimensional. Además, un material inédito registrado por la casa, el Optyl, proporciona exclusivos detalles cromáticos y metalizados  que contribuyen a crear piezas verdaderamente excepcionales.

Las gafas son el colmo del savoir faire de Dior y has de saber que, además de irresistiblemente chic y femeninas resultan muy favorecedoras.