Reciclando el juego.
Las empresas jugueteras están apostando por el juguete sencillo y bien diseñado, sin mecanización ni ornamentos innecesarios.
Las nuevas tecnologías han encontrado su hueco en todas las edades, igual que lo hiciera la electrónica hace años. Y por eso los juguetes son ahora más visuales, más virtuales, más autónomos. Y claro bien visto, a según que edad, lo bueno es echar a volar la imaginación y dejar que los niños sean quienes den vida a los juguetes, y no al revés.
Una teoría que ha hecho que muchas empresas jugueteras y muchos diseñadores de juguetes, echaran la vista a atrás para recuperar el valor del juguete sencillo y bien diseñado, elaborado con materiales nobles, que estimule la creatividad, el desarrollo cognoscitivo y la motricidad.
Y así ocurre con firmas como Kisdonroof, centrada en una visión ecológica y diseños en cartón reciclado. Y las marcas Brio y Bajo con juguetes de madera y maderas ecológicas, colores llamativos y nada de mecanización, ni ornamentos innecesarios.
Una apuesta por la imaginación constructiva, el pensamiento creativo, y un estimulante contrapunto al juego infantil.