Paseantes para un palacio.

Parece mentira que en pleno centro de Madrid, justo debajo de uno de los puntos más concurridos por el tráfico, haya un rincón de sosiego. Se encuentra en las tripas del Palacio de Comunicaciones, hoy Palacio de Cibeles, nueva flamante sede del Ayuntamiento de Madrid.

Es la exposición Habitantes y paseantes que ofrece el espacio cultural Centrocentro con motivo de los fastos de inauguración y en plena campaña de puertas abiertas (que permite a los transeúntes recorrer sus intimidades o rascar con los dedos el mismísimo cielo desde sus terrazas). Ha sido comisariada por Chema Conesa y cuenta con fotografías de Juan Manuel Castro Prieto. Uno y otro han sabido transmitir la idea de cómo el ciudadano de todas las épocas es el auténtico precursor y generador del arte. El espacio, oscuro, se encuentra alumbrado sólo por las gigantes imágenes que son retazos de cuadros archiconocidos, pero que, curiosamente, parecen distintos. Un lujo para los ojos y para el alma.

El Palacio (cuyos costes de remodelación atizan ya la polémica) intenta ser un lugar abierto para encuentro de ciudadanos. Si las propuestas siguen siendo así, querremos ir.