Candela.
Juan Vidal decide sorprendernos una vez más para el próximo verano. No es un resultado, es un fin.
El viento mecía su pelo dorado vestido por pequeñas flores que, con el reflejo del sol, ampliaban la delicadeza de cada uno de sus rasgos. Y con la sensualidad que caracterizaba las figuras femeninas de aquel país perdido en el Pacífico, se paseaba de arriba abajo descalza, conectando cada uno de sus pensamientos con la naturaleza y arrasando con todo lo que la rodea.
El fuego tiene nombre de mujer. Les presento a Candela…
Juan Vidal decide sorprendernos una vez más para el próximo verano. No es un resultado, es un fin. Porque cuando se presenta una propuesta tan lograda en cuanto a patrones, materiales, siluetas y estampados que se mezclan con la funcionalidad no puede existir otra palabra mejor para definir el trabajo. Un fin premeditado con el que el diseñador demuestra que la moda española cuenta con grandes genios de la creatividad y el arte.
Comenzando con el negro y el mostaza como base, Candela presenta vestidos cortos cargados de movimiento y volumen gracias a detalles logrados en flores de cristal y girasoles de brillantes bordados a mano que se irán desenvolviendo sobre tonos anaranjados, rojos y un estampado vidriera multiculo. Falla de seda, gabardina engomada, napa o organza doble hacen el resto del trabajo.
Una auténtica tentación finalizada con un arranque de aplausos en un off que cumplió con todas las expectativas. Sin duda alguna, los presentes disfrutamos del gran placer de conocer en la intimidad un poquito más a la Candela con carácter y pasión de Vidal…