La ciudad de DKNY.
Una colección dispuesta a triunfar por el empleo de la inteligencia y la funcionalidad de las prendas en una ciudad que nunca duerme.
Nueva York siempre ha sido la ciudad mimada. En la industria se han encargado de que esto sea así, y desde luego que no es para menos. Cuando uno piensa en la Nueva York lo primero que viene a la mente es esa ‘gran manzana’ inundada de caballeros con trajes de chaqueta a medida y maletines de un meticuloso cuero trabajado hasta el mínimo detalle y señoritas que lucen las últimas tendencias con tal delicadeza que no parecen reales.
DKNY es una de esas casas responsable de la fama que precede a Nueva York. La firma refleja a la mujer actual en su máximo grado, acompañando con sus prendas cada una de sus curvas.
El negro sobre cuero es la combinación estrella para representar a la gran ciudad. Sofisticación y elegancia pura para una propuesta que tiene por objetivo alzar la belleza femenina. Vestidos entallados acabados en peplums y abrigos que dan todo el protagonismo a la cintura a través de cinturones anchos. El estampado floral aparece en el traje de chaqueta de corte masculino. Para ocasiones especiales, vestidos de cocktail, en versión corta o larga, que de nuevo deslumbran por sus líneas sencillas y la predominancia del negro.
Una colección dispuesta a triunfar por el empleo de la inteligencia y la funcionalidad de las prendas en una ciudad que nunca duerme y que siempre va por delante. Como decía Bette Midler, ‘Cuando son las 3 de la tarde en Nueva York, todavía es 1938 en Londres’.