Mango de otoño.

Una de las cosas buenas que conlleva la moda es que las reglas están para no cumplirlas. Es una verdad universal, porque las leyes siempre existen, aunque sea para quebrantarlas, incluso en el mundo de las tendencias. Pues esto mismo pensaba yo mientras observaba el editorial y esa mujer de ojos profundos me taladraba la conciencia. Cuarenta grados a la sombra, abanico en mano, e imaginación disparada por deleitar mi figura con esa colección de pleno invierno. Si el señor Worth viese esto… no es justo, ellos hacen magia, no hay otra explicación para defender este ansia de fascinación. Pues si, oye, voy a caer. Total, ¿esto no es moda? Pues eso, lo que yo decía.

En apenas dos semanas una de las firmas más importantes a nivel nacional nos abre las puertas a su colección de otoño. Rozando el verano con la punta de los dedos, Mango decide retarnos para robar el protagonismo al astro rey e imponer sus reglas. ¿Cómo? A través de una serie de prendas que mantienen en el tiempo las tendencias más punteras de este año.

Es el caso del pantalón palazzo. Estampados corbateros o en colores lisos, el corte de pata ancha se mantiene una vez más para estilizar la silueta y ajustarla a la cintura. En cuanto a vestidos, las tachuelas y transparencias adornas lineas minimalistas que, quizá, apuntan a un estilo más serio, alejándose de la linea despreocupada que recorre la mayoría de la colección.

El negro domina la gama cromática para el otoño que nos presenta Mango, donde el cuero y la piel tienen su lugar, tanto en chaquetas como en pantalones. La famosa parka con su verde militar nos acompañará ante las bajas temperaturas una vez más, al igual que el punto, a través de jerseys oversize y algún que otro básico de cuello de cisne.

Pues sí, será verdad que esto de la moda no tiene ni pies ni cabeza. Que es una ‘marisabidilla’ por adelantarse todo el rato, pero cuando algunos lo hacen bien no hay manera de resistirse a ella.

En fin, ¿no se trata de Mango? Todo dicho: a pecar…

Mango