Summer affair.
Colores dulces, texturas suaves, estilo desenfadado en su sencillez, comodidad y elegancia... y un toque chic que evoca los 5o.
Colores dulces, texturas suaves, estilo desenfadado en su sencillez, comodidad y elegancia… y un toque chic que evoca los 5o y nos recuerda bellezas clásicas de cinturas ceñidas, sonrisas sensuales y arrebatador encanto…
Esperó su llegada pacientemente
Esperó como esperaban ellos en los 50, tranquilos concediendo tiempo a la vida, entendiendo la espera como parte del juego.
En cuanto lo vió, supo que sería suyo
Aun en su educada discreción, ellas sabían, sentían… coqueteaban, jugaban… sorprendían.
Una atracción natural
La seducción o la rendición al encanto, a la belleza, a la promesa oculta en un beso fugaz, tímido, apenas un roce…
No podía esconder una sonrisa cuando lo veía
La emoción y las sensaciones que naciendo de ella despiertan todos los sentidos y sensibilidades, las ilusiones, los sueños…
La lluvia no estropeó su plan
Porque los enamorados cantan y ríen bajo la lluvia, saltan en los charcos y bailan los paraguas al silencioso ritmo de su emoción despierta.
Siempre elegante junto a él
Buscando siempre rendir de nuevo, cada día, cada tarde, cada hora… al enamorado sin dejar un ápice de atención a nada ni a nadie…
Picnic para dos
Sol, césped, playa, mar… el sosiego y tranquilidad de esos momentos roto en mil pedazos por la emoción contenida en las miradas que se cruzan, en las sonrisas que se desdibujan nerviosas, en las caricias que se escapan…
Compartieron el cóctel perfecto
En perfecta elegancia y tacón justo, en el placer de lucir en él y junto a él, de verse y dejarse ver, de presumirse…
Se sentía tan cómodo con ella
Y él cómodo en ella y a su lado, feliz de lucirla y de lucirse juntos a la vista del mundo y bajo los focos.
Cuanto más lo miraba más lo quería
El deseo… que permanece tan inquieto como impasible ansiando el momento de verse cumplido y satisfecho en cualquier capricho… y en el amor.
Cada verano se acordaba de él
Porque no había amores pasajeros en los 50… porque un affair era en sí mismo una aventura única en cada tejido, en cada textura y en cada color; porque así era y es el glamour, aún en su superficial encanto, inolvidable. Y así nos anticipa Adolfo Dominguez el idilio en el que caeremos sin remedio frente a sus propuestas para este verano…