Ferragamo y Stendhal se encuentran en Florencia.
La belleza tiene un síndrome y se explica en Florencia, lo explica Stendhal y nos lo recuerda Ferragamo.
¿Se puede morir de belleza? Stendhal consideraba que era posible y no porque fuese un profundo estudioso del cuerpo humano y la cosa médica sino porque casi le da un pasmo cuando visitó la Basílica de la Santa Cruz, en Florencia; pasmo que dejó debidamente documentado en su libro ‘Roma, Nápoles y Florencia’ y que provocó que hoy conozcamos como síndrome de Stendhal a la reacción brutal que podemos llegar a sentir cuando nos dejamos deslumbrar por la belleza, cuando la belleza nos deslumbra…
Así las cosas, queda claro que Florencia es una de las ciudades más bellas del mundo y por eso Ferragamo vuelve a ella de modo recurrente, porque es el mejor modo de no perder nunca pie de lo esencial, de no despistarse del fondo y final último de todas sus colecciones, hacernos sentir más bellas y más bellos, rendirnos a la belleza, embellecernos y embellecer el mundo.
En esta ocasión, y para presentar las propuestas con las que abrigarán la próxima temporada, Ferragamo se ha ido a Florencia muy bien acompañado y ha llevado en sus maletas lo mejor de su colección de otoño e invierno; si quieres maravillarte ante la belleza de Florencia como fondo, la de las propuestas de Ferragamo para vestir la próxima temporada y la que logra crear Juergen Teller cada vez que busca el mejor enfoque de su objetivo, no tienes más que visitar la galería multimedia que abre esta noticia y pulsar play… De lo demás se ocupa Ferragamo en Florencia.
