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Verano de 1955.
Playa, pañuelos de seda y faldas plisadas. Pero el protagonista de la película sin duda alguna es el bolso.
Todo el mundo tiene algún objeto que esconde un secreto, confidencia, recuerdo… Una gran historia que le hace sonreír. Prada es una de esas firmas que nos lleva más allá de un simple bolso para transportarnos a lugares especiales donde sentirnos únicas.
Verano de 1955. Playa, pañuelos de seda y faldas plisadas. Pero el protagonista de la película sin duda alguna es el bolso. Miuccia Prada se inspira en los años 50 para presentarnos una colección llena de color, diversión y elegancia. Como no podía ser menos, el bolso no se aleja de estos parámetros. La piel saffiano se convierte en la estrella indiscutible de este complemento, con perforaciones y doble asa, en diferentes modelos. ¿Colores? Pasteles, como no.
Una auténtica delicia que pasear durante este verano para hacer la boca agua de todo amante del buen gusto. Y es que lo ha vuelto a conseguir… Una vez más, Prada nos deleita con el camino correcto hacia la perfección.
